Visite Hoteles de México
 
Mis Viajes
Mi perfil
Solicitar Factura
 
 
Reservaciones:
MÉXICO: 01 (612) 175 0860
Desde fuera de México: +52 (612) 175 0860
 

Selecciona un Estado:

Seleccione uno de los estados de la lista para ingresar a mas información.

 

Michoacán

Cocina

Más de cien municipios que integran el estado de Michoacán, ofrecen al visitante una gama espléndida en el arte culinario. Quizá el renombre de sus carnitas de puerco, pozole, atole o dulces, sea conocido en toda la república, pero las diferentes bebidas, platos fuertes o postres, no pueden ser ignorados.

Con una variedad de ingredientes, entre los que sobresale el maíz, los michoacanos consumen todo lo que sus aguas y bosques les proporcionan: chile, frijol, amaranto, tomate, jitomate, quelite, calabaza, chayote, maguey y nopal, y en cuestión de carne, se prepara venado, conejo, ardilla, guajolote, patos y varios peces, como el pescado blanco. Incluyendo la iguana.

Aunque la influencia europea, después de la Conquista Española, enriqueció y aportó elementos importantes, los nombres de varios platillos y bebidas típicos de Michoacán conservan su raíz indígena: churipo, uchepos, atole, corundas, toqueros, etc.

La elección de un amplio menú para una deliciosa comida podría ser: una crema de aguacate o una sopa tarasca como entrada, que sin llevar carne (la base de la sopa es frijol, tortilla, queso y chile) deleita el paladar y prepara para el plato fuerte, que puede ser pollo en mole rojo o una rica Aporreada de Huetamo (guisado de cecina en salsa roja), y de postre, los famosos chongos zamoranos, acompañado de un agua fresca, pulque, o algún tipo de atole, englobando un deleite para cualquier paladar.

Platos típicos

Aunque en general varios poblados comparten platillos típicos, aun así la variedad se hace presente. Comidas como el pozole, menudo, tamales o mole se pueden encontrar en Uruapan, Quiroga, Zitácuaro, Angangeo, Tuxpan, Nuevo Urecho y Jungapeo. En poblaciones como Santa Clara del Cobre, Tacámbaro, Nuevo Urecho, Jungapeo y Tuxpan, con algunas variantes y excepciones, se preparan alimentos a partir de borrego, res, puerco o chivo. Así mismo, por la costa o los lagos, en Lázaro Cárdenas o Tzintzuntzan, se preparan manjares con mariscos, como camarones al natural y gratinados, pescado en churito, a la talla, a la diabla o dorado. En la región lacustre el charal se cocina de diversas maneras.

La tortilla es parte del folclor de todo México y no podía prescindirse de ella en este majestuoso estado. La tortilla más usual es la tortilla blanca de maíz, pero también se consume la tortilla azul, y en ocasiones especiales, bicolores. Además, en regiones del Lago de Cuitzeo, la tortilla es engalanada con figuras florales antes de la cocción, brindándole un original toque artesanal. Del maíz también se hacen distintos tamales y sus variantes, como las corundas y los uchepos. Hacia el noroeste de la entidad se produce queso cotija, y de otros tipos, en una región lechera  con siglos de tradición. En Ario de Rosales y otras poblaciones hacia el sur, se puede disfrutar de tajadas de queso asadero (o adobero) calentados al comal, sin que nada le supere como la mejor compañía: unos frijoles refritos.

La morisqueta y el aporreadillo, de Apatzingán, son preparados con arroz y cecina, respectivamente. La olla podrida de Ario de Rosales, es un guiso de carnes sazonadas con pulque, cerveza, chile jalapeño y tuna agria.  De Ciudad Hidalgo están los tacos de cabeza con salsa de ciruela fresca y chile verde, la cabeza de res se cocina y adorna con pencas de maguey al horno. El pescado a la talla se hace en cualquier parte de la costa de Michoacán, por lo regular es pecado blanco, trucha, hueva de pescado o camarón, asado sobre leña de manglar. En Huetamo se prepara un mole verde a base de semilla de calabaza llamado chimpa, y las toqueras, que son tortillas de maíz tierno, así como las iguanas que son preparadas para su consumo de diferentes formas. Los cueritos de cerdo, tostadas de lomo o las famosas manitas de puerco doradas acompañadas de fruta en vinagre al chipotle, son las delicias que ofrece La Piedad. En Morelia se consume por sus calles el taco o pollo placero, comúnmente se sirven entre gorditas, enchiladas, papas y verduras. En toda la meseta tarasca se cocina la atapacua, que es una variante del pozole tradicional, y el churito, una variante del mole de olla. En Aguililla se cocina la cecina de venado y en Contepec barbacoa de nopal y envinagrado de nopal.
En Patzcuaro se prepara pozole batido y un sinfín de alimentos típicos: boquerones dorados, charales, acúmaras, caldo michi, pescado blanco rebozado, chiles capones, pescado blanco en escabeche, ceviche de pescado blanco, caviar tarasco y mole con jengibre. El minquinche es queso frito con chile y crema, de San José de Gracia. La carne apache es carnero y queso de puerco, acostumbrado en Santa Clara del Cobre. La cecina con queso frito y frijoles se acostumbra en Uruapan, la trucha fresca dorada en aceite son platillos de Zirahuen, y la barbacoa de Zitácuaro.

Sin duda, las carnitas de puerco (en todo México se conocen como “carnitas estilo Michoacán”), son el plato más famoso y respetable. Sin embargo, es difícil decidirse a dar el primer lugar a tal pueblo o ciudad, pues el esmero y la sazón podría otorgársele a cualquiera en calles y restaurantes en toda la entidad.

Postres

Morelia y Zamora son dos de las ciudades más prodigiosas para probar excelentes dulces. La capital michoacana produce ate, laminillas, cocadas, jaleas y buñuelos. De ahí procede también la famosa capirotada, hecha a base de pan virote, frutas y miel. De Zamora proceden los ricos chongos zamoranos, dulces hechos a base de leche y piloncillo, y todo un arte de la más fina dulcería: calabaza y camote enmielado, camote con piña, naranja, coco y limón, cajeta, panes y una variedad de dulces de leche. Huetamo hace chile de mango y de ciruela, panochas de ajonjolí, shúmata, manácata, fruta de horno y lechedura.

La conserva de piloncillo se realiza en Zitácuaro y Angangeo. Las frutas cristalizadas son populares en Ucareo, los dulces de fruta cubiertos de durazno, tejocote, camotes o calabaza, en Pátzcuaro. Tingambato cuenta entre sus frutas de estación con aguacate, chirimoya y ciruelas guindas. En cuanto a postres helados destacan las paletas de guayabilla, tejocote, arrayán, entre otros sabores, o los helados de zarzamora, queso y aguacate, que se hacen en Tocumbo, mientras que en Tuxpan es un postre obligado la nieve de pasta o de membrillo. Hay varios tipos de panes célebres en el estado, como el pan de huevo de Paracho o de Sahuayo, o el pan de natas de Zitácuaro. Por la toda la costa se puede encontrar empanadas de coco, camote, o plátano y arroz con leche, cocinadas en horno de barro; en Uruapan, empanadas de chilacayote y de calabaza en dulce, o las “aguacatas”, que es pan amasado con manteca y canela.

Bebidas

El atole, bebida espesa y dulce, que se sirve caliente, hecha a base de maíz de procedencia indígena, es tan popular, que en Michoacán se le reservan dos fiestas, la Feria del Atole de Tarécuaro en marzo, la Feria del Atole de San Pedro Zacán  en octubre. Ahí se dan cita fabricantes y degustadores de esta bebida, donde se prueba sus variedades: atole de grano de Tzintzuntzan o Paracho, atole de tamarindo y de cacao, de chaqueta o cáscara de grano, típicos de Uruapan, atole blanco de Morelia, o el atole de higo de Angangeo, entre muchos otros. Servidos en tasas o platos hondos de barro, calientes y espumosos, la delicia y variedad del atole es indescriptible.

El chocolate, bebida destacada de México a nivel mundial, es preparado con sumo cuidado en Michoacán, moliendo la semilla de cacao en metate. Se consume en toda ocasión, aunque su sabor endulza el ánimo especialmente en las noches o mañanas frías.

Originarias de Michoacán, varias bebidas alcohólicas se preparan para consumo cotidiano o ritual. La charanda es un famoso aperitivo, aguardiente de caña de azúcar que se usa para acompañar platillos con carnes. De consumo ritual, es decir, usada por grupos indígenas en sus eventos religiosos o sociales, son el charape (es lo mismo que el famoso tepache), el chicha chinguirito y el cuitzonco.

Sin duda, las bebidas más conocidas en varios estados del centro de México, son el mezcal y el pulque, que también se producen y consumen en tierras michoacanas. El mezcal es una bebida destilada de aguamiel de maguey, se conserva en botijas de barro sirviéndose con sal mezclada con gusanos de maguey, los propios gusanos adornan y se conservan en las botellas de esta bebida. El pulque de maíz se bebe más por la región oriente del estado, en la zona otomazahua, se puede encontrar esta bebida en Tarímbaro y el Sende.
 

 

 
Reservaciones:
MÉXICO: 01 (612) 175 0860
Desde fuera de México: +52 (612) 175 0860
 
       
  VisiteHotelesDeMexico.com © 2019
Desarrollado por Internet Power®
Versión 5.0.5.1